Como acostumbra a ser habitual, Max Verstappen comenzó siendo una de las sorpresas agradables de la carrera. El de Red Bull volvió a realizar una fantástica salida en la que logró adelantar tanto a Kimi Raikkonen como a su compañero de equipo, Daniel Ricciardo, con una fantástica trazada exterior en la primera curva.
Lejos de quedarse en la cuarta posición, Verstappen encontró ritmo como para incomodar a Lewis Hamilton, que rodaba justo delante. En ese momento, Max habló con su muro de ingenieros, advirtiendo que la carrera estaba siendo demasiado lenta y que quizás sería buena idea adelantar la parada. El hecho de que Sebastian Vettel finalmente se decantase por adelantar dicha parada, convenció a Red Bull que mandó a su piloto a boxes.
Desafortunadamente, tras regresar a pista, Max encaró la larga recta anterior a la curva tres, y para su desgracia, al pisar los frenos, el coche no se detuvo. Verstappen hundió el pie izquierdo y gracias a las largas escapatorias tanto de asfalto como de grava, su contacto con el muro de contención fue ínfimo.
Max Verstappen explicó el problema como un fallo en los frenos traseros. “Los frenos se han sobrecalentado y han fallado. Al pisar el pedal éste se fue al fondo”, incidió el de Red Bull, que fue respaldado por su equipo.
Verstappen no pudo evitar lamentarse tras recordar la salida y el gran ritmo que había mantenido el Red Bull; “La salida fue buena, éramos rápidos, teníamos ritmo y buen desgaste de neumáticos. Desafortunadamente, nada de eso ha importado.” Apuntilló el neerlandés. Car and driver
